viernes, 18 de julio de 2025

Declaración conjunta del Secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy, Jr., y el Secretario de Estado, Marco Rubio, sobre las modificaciones al Reglamento Sanitario Internacional

Declaración conjunta del Secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy, Jr., y el Secretario de Estado, Marco Rubio, sobre las modificaciones al Reglamento Sanitario Internacional

 Joint Statement by Secretary of Health and Human Services Robert F. Kennedy, Jr. and Secretary of State Marco Rubio on International Health Regulations Amendments | HHS.gov

 Las enmiendas propuestas al Reglamento Sanitario Internacional abren la puerta a la gestión narrativa, la propaganda y la censura que vimos durante la pandemia de COVID. Estados Unidos puede cooperar con otras naciones sin poner en peligro nuestras libertades civiles, sin socavar nuestra Constitución y sin ceder la preciada soberanía estadounidense.


 Imagen

 Hoy, el Departamento de Estado, en colaboración con el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), transmitió el rechazo oficial de los EE. UU. a las enmiendas de 2024 al Reglamento Sanitario Internacional (RSI) (2005). 

Esta acción cumple con nuestra promesa al pueblo estadounidense: luchar por los estadounidenses en el sistema internacional, proteger nuestra soberanía nacional y evitar que los burócratas internacionales den forma a las políticas nacionales de los EE. UU. En 2024, la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) adoptó enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional (RSI) que ampliaron significativamente la autoridad de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre las respuestas internacionales de salud pública.

  Desarrolladas sin la participación pública adecuada, estas enmiendas amplían el papel de la OMS en emergencias de salud pública, crean autoridades adicionales para la OMS para dar forma a las declaraciones de pandemia y promueven la capacidad de la OMS para facilitar el "acceso equitativo" a los productos básicos de salud. 

Estas enmiendas tienen una influencia indebida en nuestras respuestas de salud nacionales a partir de las directivas de la OMS. Tampoco abordan adecuadamente la susceptibilidad de la OMS a la influencia política y la censura, especialmente de China, durante los brotes. Estas enmiendas debían ser vinculantes para Estados Unidos independientemente de nuestra retirada de la OMS. La terminología en las enmiendas de 2024 es vaga y amplia, lo que pone en riesgo respuestas internacionales coordinadas por la OMS que se centren en cuestiones políticas como la solidaridad, en lugar de acciones rápidas y eficaces. Las enmiendas también sugieren que los países desarrollen capacidades que pongan en peligro los controles de gestión y difusión de la información de salud pública, lo que podría sofocar un valioso debate científico. 

Además, estas revisiones obligan a los países a adoptar documentos sanitarios digitales. Nuestras agencias han sido y seguirán siendo claras: pondremos a los estadounidenses en primer lugar en todas nuestras acciones y no toleraremos políticas internacionales que infrinjan la libertad de expresión, la privacidad o las libertades personales de los estadounidenses. 

Estas enmiendas corren el riesgo de una interferencia injustificada con nuestro derecho soberano nacional de elaborar políticas sanitarias. Estamos orgullosos de haber trabajado juntos para garantizar que la política de salud pública siga estando dictada por los valores y la voluntad del pueblo estadounidense, no por actores globales no elegidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario