Exponiendo al CABAL

viernes, 21 de abril de 2023

Evidencia de una conexión entre la enfermedad por coronavirus-19 y la exposición a la radiación de radiofrecuencia de las comunicaciones inalámbricas, incluido 5G

Evidencia de una conexión entre la enfermedad por coronavirus-19 y la exposición a la radiación de radiofrecuencia de las comunicaciones inalámbricas, incluido 5G

 

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34778597/

Abstract
Antecedentes y objetivo: la política de salud pública de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) se ha centrado en el virus del síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2) y sus efectos en la salud humana, mientras que los factores ambientales se han ignorado en gran medida. Al considerar la tríada epidemiológica (agente-huésped-ambiente) aplicable a todas las enfermedades, investigamos un posible factor ambiental en la pandemia de COVID-19: la radiación de radiofrecuencia ambiental de los sistemas de comunicación inalámbrica, incluidas las microondas y las ondas milimétricas. El SARS-CoV-2, el virus que causó la pandemia de COVID-19, apareció en Wuhan, China, poco después de la implementación de la radiación en toda la ciudad (quinta generación [5G] de radiación de comunicaciones inalámbricas [WCR]), y se propagó rápidamente a nivel mundial, inicialmente demostrando una correlación estadística con las comunidades internacionales con redes 5G recientemente establecidas. En este estudio, examinamos la literatura científica revisada por pares sobre los efectos biológicos perjudiciales de WCR e identificamos varios mecanismos por los cuales WCR puede haber contribuido a la pandemia de COVID-19 como un cofactor ambiental tóxico. Al cruzar los límites entre las disciplinas de la biofísica y la fisiopatología, presentamos evidencia de que la WCR puede: (1) causar cambios morfológicos en los eritrocitos, incluida la formación de equinocitos y rouleaux que pueden contribuir a la hipercoagulación; (2) alterar la microcirculación y reducir los niveles de eritrocitos y hemoglobina, lo que exacerba la hipoxia; (3) amplificar la disfunción del sistema inmunitario, incluida la inmunosupresión, la autoinmunidad y la hiperinflamación; (4) aumentar el estrés oxidativo celular y la producción de radicales libres que dan como resultado lesiones vasculares y daños en los órganos; (5) aumentar el Ca2+ intracelular esencial para la entrada, replicación y liberación viral, además de promover vías proinflamatorias; y (6) empeorar las arritmias cardíacas y los trastornos cardíacos.

Relevancia para los pacientes: en resumen, WCR se ha convertido en un factor de estrés ambiental omnipresente que proponemos que puede haber contribuido a los resultados adversos para la salud de los pacientes infectados con SARS-CoV-2 y ha aumentado la gravedad de la pandemia de COVID-19. Por lo tanto, recomendamos que todas las personas, en particular aquellas que padecen la infección por SARS-CoV-2, reduzcan su exposición a WCR tanto como sea razonablemente posible hasta que más investigaciones aclaren mejor los efectos sistémicos en la salud asociados con la exposición crónica a WCR.

Palabras clave: COVID-19; Coronavirus; coronavirus 2; enfermedad por coronavirus-19; campos electromagnéticos; estrés electromagnético; factor medioambiental; microonda; onda milimétrica; pandemia; salud pública; frecuencia de radio; frecuencia de radio; Síndrome respiratorio agudo severo; inalámbrico.

Derechos de autor: © Whioce Publishing Pte. Limitado.

Declaracion de conflicto de interes
Los autores declaran que no tienen conflictos de interés en la preparación y publicación de este manuscrito. No existen intereses financieros en competencia.

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34778597/

Figure 2


 Campos electromagnéticos, 5G y salud: ¿qué pasa con el principio de precaución?

 

 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33468601/

Abstract
Los nuevos sistemas de telecomunicaciones de quinta generación (5G), que ahora se implementan a nivel mundial, se han convertido en objeto de una feroz controversia. Algunas agencias de protección de la salud y sus comités asesores científicos han concluido que no hay evidencia científica concluyente de daño. Sin embargo, varias revisiones recientes realizadas por científicos independientes sugieren que existe una incertidumbre significativa sobre esta pregunta, con evidencia que emerge rápidamente de efectos biológicos potencialmente dañinos de la exposición a campos electromagnéticos de radiofrecuencia (RF-EMF), en los niveles que implicará la implementación de 5G. Este ensayo identifica cuatro fuentes relevantes de incertidumbre y preocupación científica: (1) falta de claridad sobre qué tecnología se incluye en 5G; (2) un cuerpo de estudios de laboratorio que se acumula rápidamente y que documenta los efectos perjudiciales in vitro e in vivo de los campos electromagnéticos de radiofrecuencia, pero con muchas lagunas; (3) una falta casi total (hasta ahora) de estudios epidemiológicos de alta calidad de los efectos adversos para la salud humana de la exposición a los CEM 5G específicamente, pero evidencia epidemiológica de tales efectos de generaciones pasadas de exposición a CEM de RF que emerge rápidamente; (4) alegaciones persistentes de que algunas autoridades reguladoras de telecomunicaciones nacionales no basan sus políticas de seguridad de RF-EMF en la ciencia más reciente, relacionadas con conflictos de intereses no gestionados. El autor, un epidemiólogo experimentado, concluye que no se pueden descartar las crecientes preocupaciones de salud sobre los campos electromagnéticos de radiofrecuencia, especialmente en una era en la que los niveles de exposición de la población son más altos debido a la densidad espacial de los transmisores que requieren los sistemas 5G. Basado en el principio de precaución, el autor se hace eco de los llamados de otros para una moratoria sobre el despliegue adicional de los sistemas 5G a nivel mundial, a la espera de una investigación más concluyente sobre su seguridad.

 Los campos electromagnéticos de frecuencia extremadamente baja y su impacto sobre la salud de los seres humanos

 http://scielo.sld.cu/pdf/hie/v52n2/hig07214.pdf

 IMPLICACIONES BIOLÓGICAS Y FUNCIONALES DE LOS CEM La exposición a CEM muy intensos puede ser perjudicial para la salud.1 Así hay autores que plantean que cuando la exposición a un CEM produce alteraciones en algún sistema biológico, como cambios en la concentración o el transporte de alguna sustancia que el cuerpo humano no sea capaz de compensar, pueden aparecer afecciones a la salud.10 Otros consideran que las alteraciones biológicas inducidas por dichos campos, fuerzan a los sistemas biológicos más allá del rango fisiológico normal, hasta un nivel en el cual no puede ser restaurado el de preexposición, ocurriendo una respuesta biológica anormal que puede resultar en cambios permanentes.11 Hoy día existe la dicotomía en cuanto a la relación de la exposición a CEM y las alteraciones a la salud humana, el tema centra la atención de los investigadores, tomadores de decisiones y público en general. Sus implicaciones fundamentales se relacionan con perturbaciones a nivel de: membrana celular, cambios en el ácido desoxirribonucleico (ADN), equilibrio de los iones de calcio, secreción de la Hormona Melatonina y modificación del sistema inmunológico. 

 MEMBRANA CELULAR Entre las posibles áreas de interacción biológica de los CEM FEB, que presentan numerosas implicaciones para la salud están los cambios que originan en la membrana celular, la que juega un importante rol en la detección, transformación y transmisión de señales de la superficie celular al interior. Las moléculas de péptido, que están en ella son claves para las señales de acoples intracelulares. Los CEM actúan sobre las membranas distorsionando las señales del exterior, que se dirigen a los organelos del interior de la célula, incluido el núcleo,12 además, pueden modificar el equilibrio electroquímico de ellas, afectando la síntesis de proteína, lo que puede provocar alteraciones en el sistema inmunológico, distorsión de las funciones bioeléctricas del organismo y cambios en la transmisión genética;13 lo que sugiere su posible relación con el desarrollo del cáncer.12

 HORMONA MELATONINA La melatonina, hormona producida en la glándula pineal, es un eliminador muy potente de radicales libres y por tanto, inhibe considerablemente el daño que ellos pueden causar al ADN, se cree que actúa como un poderoso antioxidante, con propiedades anticancerígenas y antifatiga.13,16,18 Su producción es normalmente controlada por la luz, alta en la noche y baja en el día.19 Se considera que los CEM artificiales producen el mismo efecto sobre la glándula pineal que la luz, por lo que inhiben la secreción nocturna de melatonina, la disminución de sus niveles14,16,20 explica los cambios en la capacidad del sistema inmunológico e introduce alteraciones en la función de los órganos endocrinos que ella modula. Lo anterior pudiera ser una de las claves para comprender el aumento del riesgo de contraer cáncer en las personas expuestas a estos campos.4,21 Su disminución incrementa el riesgo de los cánceres hormono-dependientes y de cerebro.14

 

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