Y un par de semanas más tarde murió. Estas coincidencias son bastante asombrosas pero claro eso es justo lo que son coincidencias. Los esponsors del artículo... ahhh es otra coincidencia
Es hora de que África controle al presidente antivacunas de Tanzania
¿Qué le pasa al presidente John Magufuli? Muchas personas dentro y fuera de Tanzania se hacen esta pregunta.
Magufuli afirmó el año pasado que Dios había eliminado el covid en el país del este de África de 60 millones de habitantes, y desde entonces ha hecho por descartar las vacunas contra el covid su prioridad central, dejando a muchas personas preguntándose: ¿por qué?
En política, generalmente hay dos formas de tomar decisiones. El primero está basado en evidencia, sopesando los pros y los contras y eligiendo la mejor opción; el mayor bien para el mayor número.
El otro es un enfoque populista, empeñado en contra de los hechos, la ciencia y la lógica. En una pandemia global donde han muerto más de 2 millones de personas, eso es catastrófico.
El presidente de Tanzania parece estar llevando el populismo a un nivel completamente nuevo.
Tal vez esté bajo la influencia de los mismos mensajes rabiosos contra el confinamiento en las redes sociales que persuadieron a algunos de mis familiares y amigos de que Bill Gates o 5G crearon el virus. Pero independientemente de la motivación arrogante de Magufuli, estas posturas son un peligro para la salud pública. Las personas están expuestas al sufrimiento y, en algunos casos, a la muerte.
Aunque el efecto del virus en África, incluidos los números hospitalizados o sometidos a pruebas, no se ha cuantificado, los hechos sombríos son muy claros desde el propio círculo de Magufuli.
Sabe que el expresidente de Ghana, Jerry John Rawlings, murió a causa del virus. También lo ha hecho el ex presidente de Congo-Brazzaville, Jacques Joaquim Yhombi-Opango. El mes pasado, cuatro ministros del gabinete de Zimbabue, incluido Sibusiso Moyo, el general del ejército convertido en ministro de Relaciones Exteriores que ayudó a derrocar a Robert Mugabe, murieron de covid. En Malawi, sucumbieron cuatro funcionarios gubernamentales, incluidos dos ministros del gabinete.
En Eswatini (antes Suazilandia), el primer ministro, Ambrose Dlamini, cayó ante el virus. El último primer ministro elegido democráticamente de Sudán, Sadiq al-Mahdi, murió, al igual que el ex primer ministro de Libia, Mahmoud Jibril, y el ex primer ministro de Somalia, Nur Hassan Hussein. En Burundi, vecino de Tanzania, dos expresidentes, Pierre Nkurunziza y Pierre Buyoya, han muerto a causa de la COVID-19. La Unión Africana aseguró 270 millones de dosis de la vacuna Covid para que los estados miembros complementen sus esfuerzos, destacando el fuerte resurgimiento de casos y muertes que se está extendiendo por el continente.
Sin embargo, Magufuli se apega extrañamente a afirmar que Covid es un engaño. En lugar de apoyar los confinamientos y alentar el uso de mascarillas mientras nos preparamos para conmemorar el sombrío aniversario de un año desde que el virus llegó a África, ha optado por contradecir directamente los esfuerzos locales, regionales e internacionales para derrotarlo.
Según Magufuli, quien ordenó a los funcionarios que dejaran de reportar casos de covid en mayo pasado, cuando hubo 509 contagios y 21 muertes, Tanzania está libre de covid; un supuesto estatus que el país comparte con Corea del Norte y Turkmenistán. En una escena extraña el mes pasado, Magufuli elogió al ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, por no usar una máscara facial durante una visita al país, como si fuera algo bueno.
Realmente tienes que preguntarte, ¿qué le pasa a Magufuli? En su cruzada como presidente antivacunas, ha pasado de minimizar repetidamente el virus y burlarse de la orientación de la Organización Mundial de la Salud a afirmar falsamente que Tanzania está libre de covid y ahora a atacar abiertamente a su pueblo por estar vacunado, alimentando el negacionismo y las conspiraciones. .
Para un continente ya golpeado por problemas sociales y de salud, incluidos el hambre, la malaria, el desplazamiento, el desempleo, la violencia y la inseguridad, la postura desmesurada de Magufuli debería obligarnos a todos a actuar.
Magufuli, quien ganó otro mandato de cinco años en medio de acusaciones de fraude en 2020, sigue alimentando a los antivacunas a medida que la pandemia y sus nuevas variantes continúan. Necesita ser desafiado abierta y directamente. Mirar con indiferencia expone a millones de personas en Tanzania y en toda la región de los grandes lagos de África, así como a comunidades de todo el mundo, a este virus mortal y devastador.
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