El director de la Fundación Rockefeller, Rajiv Shah, se ha convertido en el favorito para suceder a David Malpass como director del Banco Mundial en medio de llamados a que la Casa Blanca pierda su control sobre quién debe dirigir el organismo de desarrollo global.
Shah, médico, experto en salud y exjefe de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, es uno de los nombres más indicados para ser la elección de la administración de Joe Biden como reemplazo de Malpass luego de su anuncio de que dejaría su cargo en junio.
Pero la probabilidad de que Washington utilice un “acuerdo de caballeros” según el cual Estados Unidos elige al presidente del Banco Mundial mientras Europa elige al director gerente de su organización hermana –el Fondo Monetario Internacional– generó llamados inmediatos para que se abriera el proceso.
“Una vez desaparecido el sombrío Malpass, Estados Unidos ya está maniobrando para nombrar al nuevo director del Banco”, dijo el jefe de política de desigualdad de Oxfam, Max Lawson. “Este lío neocolonial de 80 años tiene que terminar si el Banco Mundial quiere conservar alguna credibilidad ante el resto del mundo.
“Joe Biden debería respaldar un proceso de contratación abierto y totalmente transparente para mostrar al mundo que su administración es diferente”.
El gobierno del Reino Unido acepta que el próximo presidente del Banco Mundial tendrá pasaporte estadounidense, lo que significa que la lista de posibles opciones podría incluir a la actual jefa de la Organización Mundial del Comercio, Ngozi Okonjo-Iweala, que nació en Nigeria pero tiene ciudadanía estadounidense y anteriormente Trabajó en el banco durante 25 años.
Kevin Watkins, ex director de la organización benéfica Save the Children, dijo: “Será un nombramiento del Tesoro de Estados Unidos, lo cual es indignante. Debería haber una búsqueda global del mejor candidato”.
Justine Greening, exsecretaria de desarrollo internacional del Reino Unido, dijo que había argumentos sólidos para romper una tradición que se remonta a la fundación del Banco Mundial y el FMI en 1944.
"Como el Banco Mundial es una organización de desarrollo, tiene sentido que alguien lo dirija para uno de esos países", dijo Greening. "Deberíamos mirar hacia adelante cómo queremos lograr el desarrollo en el siglo XXI y no mirar en el espejo retrovisor cómo logramos el desarrollo en el siglo XX".
Liam Byrne, presidente de la red parlamentaria sobre el Banco Mundial y el FMI, dijo que era un momento en el que "el Banco Mundial necesita el mejor liderazgo que pueda obtener de cualquier parte del mundo", pero también era vital que el nuevo presidente fuera estrechamente alineado con Yellen y Biden.
“El apoyo del Congreso al banco es sumamente importante y la elección debe ser alguien capaz de negociar con el Congreso.
Malpass fue la elección de Donald Trump para suceder a Jim Yong Kim, designado por Barack Obama, después de su sorpresiva decisión de abandonar el Banco Mundial en 2019. Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Biden, no ha ocultado su descontento con Malpass y las fuentes dijeron que había decidido antes de que se le niegue formalmente un segundo mandato de cinco años.
Además de Shah, se están proponiendo otros candidatos estadounidenses para el puesto en el Banco Mundial.
Entre ellos se incluyen Samantha Power, actual jefa de Usaid y anteriormente embajadora de Estados Unidos ante la ONU; Gayle Smith, quien coordinó la respuesta global de Estados Unidos al Covid-19 y ahora dirige One Campaign, el grupo de presión para el desarrollo creado por Bono y Bob Geldof; y Wally Adeyemo, adjunto de Yellen en el Tesoro de Estados Unidos, y quien fue responsable de coordinar el esfuerzo internacional para imponer sanciones al Kremlin tras la invasión rusa de Ucrania.
Si Estados Unidos acepta romper con la tradición, las posibles opciones incluyen a Raghuram Rajan, ex gobernador del banco central de la India y ex economista jefe del FMI; y José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda de Colombia.
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