Los teléfonos móviles se prohibirán en las escuelas mientras la secretaria de Educación, Gillian Keegan, anunciará una dramática intervención, para alivio de millones de padres y profesores.
Los móviles quedarán prohibidos en las aulas, según anunciará el lunes el Secretario de Educación.
Gillian Keegan ordenará a las escuelas que prohíban los teléfonos inteligentes durante las clases y también en los recreos, en un intento por poner fin a las interrupciones y facilitar la concentración de los alumnos.
Una fuente del gobierno dijo que se emitirían nuevas directrices para las escuelas de toda Inglaterra exigiéndoles que tomaran medidas.
"Gillian cree que los teléfonos móviles plantean un serio desafío en términos de distracción, comportamiento disruptivo e intimidación", dijo la fuente. "Es uno de los mayores problemas con los que tienen que lidiar los niños y los profesores, por lo que establecerá un camino a seguir para capacitar a los profesores para que prohíban los teléfonos móviles en las aulas".
Algunas escuelas ya prohíben el uso de teléfonos móviles, y los alumnos exigen que los entreguen cada mañana, o se enfrentan al castigo de detención si son sorprendidos usándolos.
Pero muchos otros todavía permiten su uso, particularmente durante los descansos, a pesar de la creciente evidencia del daño que causan.
El anuncio del lunes de la prohibición del uso de teléfonos móviles en las aulas sigue a años de debate sobre su impacto. La forma en que se aplique la prohibición dependerá de las escuelas estatales individuales.
Muchos padres se contentan con que sus hijos lleven consigo un teléfono para que puedan hacer contacto de emergencia mientras viajan hacia y desde la escuela.
Pero se ha culpado a la presencia de teléfonos inteligentes en las aulas –y a las constantes notificaciones de las aplicaciones– de causar perturbaciones, además de alimentar el ciberacoso y los robos. En junio, Finlandia se convirtió en el último país en prohibir los teléfonos en clase en un intento por revertir la caída en los resultados de los exámenes.
El mes siguiente, un importante informe de las Naciones Unidas recomendó que se prohibieran los teléfonos inteligentes para mejorar el aprendizaje y abordar la interrupción del aula y el ciberacoso.
La Unesco, la agencia de educación, ciencia y cultura de las Naciones Unidas, señaló evidencia de que el uso excesivo de teléfonos móviles estaba relacionado con un menor rendimiento educativo. Dijo que los países deberían asegurarse de tener objetivos y principios claros para garantizar que la tecnología digital en la educación evite daños, tanto para los alumnos como para la democracia en general.
La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, afirmó que "hay que prestar atención" a la forma en que se utiliza la "revolución digital" en la educación.
Ella dijo en ese momento: "Su uso debe ser para mejorar las experiencias de aprendizaje y para el bienestar de estudiantes y profesores, no en detrimento de ellos". Los estudios han encontrado vínculos entre los teléfonos y la mala salud mental entre los niños, incluida la ansiedad, la depresión y la baja autoestima.
También existe una creciente preocupación de que los alumnos utilicen los móviles para intimidarse entre sí en las redes sociales y para acosar sexualmente. Los ministros ya han intentado prohibir los teléfonos móviles en las escuelas públicas.
Hace dos años, el entonces secretario de Educación, Sir Gavin Williamson, prometió que la jornada escolar fuera "libre de móviles" y obtuvo el apoyo de Dame Rachel de Souza, la Comisionada de la Infancia de Inglaterra. Pero la prohibición propuesta fue abandonada por su sucesor, Nadhim Zahawi, a principios del año pasado.
En cambio, el Departamento de Educación dijo que las directrices revisadas dejarían claro que "las cabezas están en la mejor posición" para tomar decisiones desde los móviles.
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