PATRIARCA TEÓFILOS III: “LOS CRISTIANOS ESTÁN AMENAZADOS EN LA CUNA DE SU FE”

 PATRIARCA TEÓFILOS III: “LOS CRISTIANOS ESTÁN AMENAZADOS EN LA CUNA DE SU FE”
https://en.jerusalem-patriarchate.info/blog/2022/01/08/patriarch-theophilos-iii-christians-are-under-threat-in-the-cradle-of-their-faith/

 

Después de haber servido como sacerdote en el noreste de Inglaterra hace muchos años, recuerdo los días nublados de enero. Aquí en Jerusalén, aunque disfrutamos de un clima más luminoso y cálido, sabemos lo que es vivir en la oscuridad. Como Patriarca de Jerusalén tengo el privilegio de dirigir la Iglesia ortodoxa griega en Tierra Santa. El primero de mis 140 predecesores fue Santiago, el primer líder de la iglesia en Jerusalén y hermano de Jesucristo. Junto con otros líderes, Santiago fue martirizado por su fe. Como comunidad hemos visto imperios surgir y caer. Hemos sobrevivido a asedios, invasiones, plagas y persecuciones. Y a pesar de todo, hemos permanecido fieles a nuestro Señor, porque en la oscuridad sabemos que él es nuestra luz y nuestra vida.
 
En el Evangelio de San Juan Evangelista leemos que San Juan Bautista “vino como testigo de la luz” de Jesucristo. Como iglesias, ésta ha sido nuestra misión durante dos milenios. No somos simplemente los custodios de los lugares sagrados; somos testigos vivos de la luz de Dios.

Como testigos de la luz buscamos ser una bendición en las sociedades cambiantes y desafiantes en las que vivimos. Brindamos servicios de salud, educación y comunidad. Cuidamos a las personas mayores, damos la bienvenida a los refugiados y cuidamos a los indigentes, independientemente de su fe, nacionalidad o procedencia. Damos la bienvenida a millones de peregrinos y preservamos y servimos a los lugares más sagrados del cristianismo. En todo esto dirigimos a las personas a la luz de Cristo.

A pesar de estas buenas obras, nuestra presencia en Jerusalén está amenazada. Nuestras iglesias están amenazadas por grupos marginales radicales israelíes. A manos de estos extremistas sionistas, la comunidad cristiana de Jerusalén está sufriendo mucho. Nuestros hermanos y hermanas son víctimas de crímenes de odio. Nuestras iglesias son regularmente profanadas y vandalizadas. Nuestro clero está sujeto a frecuentes intimidaciones. La intención jurada de estos grupos radicales es apagar la luz de la comunidad cristiana de la Ciudad Vieja.

A un corto paseo desde la Iglesia del Santo Sepulcro, en la ruta de peregrinos, se encuentra la Puerta de Jaffa, la entrada principal al barrio cristiano de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Caminar así es compartir el camino de la comunidad cristiana; Uno se ve inmediatamente rodeado por grupos de iglesias de todo el mundo mientras multitudes de peregrinos procesionan para adorar en la Iglesia del Santo Sepulcro, el lugar de la crucifixión y resurrección de Cristo. El día de Navidad estoy entre los que pasan por la Puerta de Jaffa mientras viajamos a Belén para celebrar el nacimiento de Cristo.

Es en la Puerta de Jaffa donde un grupo radical israelí intenta ocupar dos grandes edificios, adquiridos mediante transacciones ilegítimas. De manera bastante falsa afirman que su presencia física allí no afectará la integridad del Barrio Cristiano. Sin embargo, sabemos por sus acciones anteriores en St John's Hostel, un sitio aún más cercano al Santo Sepulcro del que también se apoderaron engañosamente hace algunos años, que esto no es cierto. Su comportamiento será devastador para todos los cristianos. Las familias locales, que han vivido aquí durante generaciones, se sentirán no bienvenidas en su propio hogar y los peregrinos que han anhelado visitar el lugar de nacimiento de la fe cristiana verán disminuida su experiencia.

El cambio de estatus de las propiedades de la Puerta de Jaffa no sólo sería una desgracia para las familias locales y la familia cristiana mundial, sino también para la propia Tierra Santa. Jerusalén es hogar de tres religiones monoteístas, el judaísmo, el cristianismo y el islam, y durante mucho tiempo ha sido un ejemplo esclarecedor de una comunidad mosaico. Es la capital espiritual del mundo y comprende una familia de religiones, todas las cuales disfrutan de un largo y rico patrimonio único. La belleza de esta ciudad reside en su diversidad cultural y religiosa. Al trabajar para excluir a una comunidad, los cristianos, estos radicales plantean una amenaza existencial no sólo para la familia cristiana sino para la propia Jerusalén, un punto defendido por muchos de nuestros cohabitantes judíos de Tierra Santa.
 

Todos compartimos la visión de que estos radicales no son representativos del Estado de Israel ni del pueblo judío 1 y que es esencial proteger la diversidad y los caracteres distintivos de todos los barrios de la Ciudad Vieja para el beneficio de Jerusalén y del mundo entero. 

N.T

1 (SON JÁZAROS, SIONISTAS, ASQUENAZIS)