Biden aumentará los aranceles sobre 18.000 millones de dólares en importaciones chinas en una nueva advertencia a Beijing

 Biden aumentará los aranceles sobre 18.000 millones de dólares en importaciones chinas en una nueva advertencia a Beijing

 https://edition.cnn.com/2024/05/14/politics/biden-tariffs-chinese-imports/index.html

 El predecesor de Biden, el expresidente Donald Trump, promulgó un amplio programa arancelario sobre importaciones chinas por valor de 300.000 millones de dólares durante su administración, basándose en una disposición de la legislación comercial estadounidense que permite utilizar aranceles para reprimir la competencia que amenazaría los intereses de seguridad nacional. Esa misma ley comercial también exige que la eficacia de dichos programas arancelarios se evalúe cada cuatro años, y la decisión de la administración Biden es el resultado de ese estudio. CNN informó anteriormente sobre los próximos cambios.

Los funcionarios de la Casa Blanca dijeron que también rediseñaron los parámetros del programa para reflejar las prioridades políticas de la administración Biden, en particular la transición a la energía limpia.

"China no puede ser el único país que produce tecnología limpia para el mundo que necesitamos", dijo un alto funcionario de la administración. “Necesitamos una producción diversificada, no concentrada, de nuestros bienes y tecnologías más críticos. … Ese es el tipo de dinámica que creemos que producirá cadenas de suministro resilientes y tecnología limpia”.

Los aranceles para los vehículos eléctricos importados de China se cuadruplicarán con creces, del 27,5% al 100%, una palanca política destinada a desafiar la práctica de Beijing de alentar precios agresivamente bajos por parte de los fabricantes nacionales de vehículos eléctricos, al tiempo que impone un arancel del 40% a las importaciones de automóviles estadounidenses. El vehículo eléctrico Seagull del fabricante chino BYD se vende por aproximadamente 10.000 dólares, una fracción de lo que cuestan los productos estadounidenses rivales.

"Era importante tener un aumento lo suficientemente grande en los aranceles para garantizar que intentamos nivelar el campo de juego", dijo un segundo alto funcionario de la administración.

Se sabe que Beijing introduce costosos contraataques. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, dijo a los periodistas el martes que China se opone a “la imposición unilateral de aranceles que violan las reglas (de la Organización Mundial del Comercio) y tomará todas las medidas necesarias para proteger sus derechos legítimos”.

Después de que Trump revelara su amplia política arancelaria, China impuso aranceles a 101.400 millones de dólares en exportaciones estadounidenses, represalia que, según estimaciones del Instituto Brookings, afectó a 294.000 empleos estadounidenses relacionados con las exportaciones.

La Casa Blanca se ha negado a especular sobre cómo Beijing podría responder ahora. Los funcionarios han señalado que investigaciones paralelas realizadas por socios en Europa, Brasil y Turquía refuerzan su posición.

"China está produciendo [bienes] a un ritmo y con una trayectoria que supera con creces cualquier estimación plausible de la demanda global", dijo el primer alto funcionario de la administración.

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La Secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y el Secretario de Estado, Antony Blinken, plantearon ese punto a sus homólogos chinos durante visitas formales al país en abril. Los funcionarios de la administración discutieron la publicación de los cambios en abril para preparar el escenario para un discurso arancelario que Biden pronunció a mediados de mes, pero finalmente lo pospusieron para preservar las visitas diplomáticas, según dos fuentes familiarizadas con el asunto.

El 17 de abril, Biden habló en la sede de United Steelworkers en Pittsburgh y pidió triplicar los aranceles que Trump impuso a ciertos productos de acero y aluminio importados de China, y una nueva investigación sobre prácticas desleales en la construcción naval. Biden argumentó que el gobierno chino está proporcionando dinero estatal a las empresas siderúrgicas chinas para que produzcan más acero del que demanda la economía, lo que hace bajar el precio y hace imposible que otras empresas compitan.

"No están compitiendo", dijo Biden sobre China. "Están haciendo trampa".

Es un mensaje que juega favorablemente en el llamado muro azul, el puñado de estados del Medio Oeste con gran actividad manufacturera que serán fundamentales para cualquiera de los candidatos durante una elección en la que el comercio volverá a ocupar un lugar destacado.

Tuvo un efecto menos favorable en todo el Pacífico, donde el Ministerio de Comercio de China acusó a Estados Unidos de “acusaciones falsas” y “prácticas incorrectas”.