Las vacunas COVID pueden haber ayudado a impulsar el aumento del exceso de muertes desde la pandemia: estudio
Las vacunas contra la COVID podrían ser en parte culpables de un aumento del exceso de muertes “sin precedentes” en Estados Unidos y otros países occidentales en los tres años transcurridos desde que comenzó la pandemia, sugiere un nuevo estudio.
Al analizar los datos de mortalidad de 47 países occidentales, los científicos de la Vrije Universiteit de los Países Bajos descubrieron que el exceso de mortalidad ha “permanecido alto” desde 2020, a pesar del despliegue generalizado de las vacunas COVID y diversas medidas de contención.
Los investigadores dijeron que la tendencia "planteó serias preocupaciones" e instaron a los líderes gubernamentales y a los formuladores de políticas a "investigar a fondo las causas subyacentes del exceso de mortalidad persistente", según el estudio publicado en BMJ Public Health.
"Aunque las vacunas contra la COVID-19 se proporcionaron para proteger a los civiles de sufrir morbilidad y mortalidad por el virus COVID-19, también se han documentado sospechas de eventos adversos", escribieron los investigadores.
“Tanto los profesionales médicos como los ciudadanos han informado de lesiones graves y muertes tras la vacunación en varias bases de datos oficiales del mundo occidental”.
“Durante la pandemia, los políticos y los medios de comunicación enfatizaron a diario que cada muerte por Covid-19 era importante y que cada vida merecía protección mediante medidas de contención y vacunas contra el Covid-19. Después de la pandemia, debería aplicarse la misma moraleja”, añadieron.
El estudio encontró que había habido más de 3 millones de muertes en exceso en Estados Unidos, Europa y Australia desde 2020.
De ese exceso de muertes, más de 1 millón ocurrieron en 2020, en el punto álgido de la pandemia, según el estudio.
Esas cifras, sin embargo, se mantuvieron altas en los años siguientes, con 1,2 millones en 2021 y 800.000 en 2022, añadieron los investigadores.
Las cifras de muertes incluyen muertes directamente relacionadas con el virus, así como “efectos indirectos de las estrategias de salud para abordar la propagación y la infección del virus”, señala el estudio.
Los investigadores añadieron que se habían documentado efectos secundarios graves de las vacunas, incluidos accidentes cerebrovasculares isquémicos, síndromes coronarios agudos y hemorragias cerebrales.
"Estos puntos en común dificultan la sospecha clínica y, en consecuencia, su detección como reacciones adversas a la vacuna", afirma el estudio.
Más de 1,1 millones de estadounidenses han muerto a causa del COVID desde que estalló la pandemia, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.
No hay comentarios:
Publicar un comentario