Cierto… el CDC aún no ha reconocido ninguna de estas muertes:
Antecedentes: El rápido desarrollo de las vacunas contra la COVID-19, combinado con una gran cantidad de informes de eventos adversos, ha generado inquietudes sobre los posibles mecanismos de lesión, incluida la distribución sistémica de nanopartículas lipídicas (LNP) y ARNm, daño tisular asociado a la proteína Spike, trombogenicidad, disfunción del sistema inmunológico y carcinogenicidad. El objetivo de esta revisión sistemática es investigar los posibles vínculos causales entre la administración de la vacuna contra la COVID-19 y la muerte mediante autopsias y análisis post mortem.
Métodos: Buscamos en PubMed y ScienceDirect todos los informes de autopsias y autopsias restringidas a órganos publicados relacionados con la vacunación contra la COVID-19 hasta el 18 de mayo de 2023. Se incluyeron todos los estudios de autopsias y autopsias restringidas a órganos que incluían la vacunación contra la COVID-19 como exposición antecedente. Debido a que el estado del conocimiento ha avanzado desde el momento de las publicaciones originales, tres médicos revisaron de forma independiente cada caso y juzgaron si la vacunación contra la COVID-19 fue la causa directa o contribuyó significativamente a la muerte.
Resultados: Inicialmente identificamos 678 estudios y, después de la selección de nuestros criterios de inclusión, incluimos 44 artículos que contenían 325 casos de autopsia y un caso de autopsia restringida a un órgano (corazón). La edad media de muerte fue de 70,4 años. El sistema orgánico más implicado entre los casos fue el cardiovascular (49%), seguido del hematológico (17%), el respiratorio (11%) y los sistemas orgánicos múltiples (7%). Tres o más sistemas orgánicos se vieron afectados en 21 casos. El tiempo medio desde la vacunación hasta la muerte fue de 14,3 días. La mayoría de las muertes se produjeron en el plazo de una semana desde la última administración de la vacuna. Un total de 240 muertes (73,9%) se adjudicaron de forma independiente como debidas directamente o contribuidas significativamente a la vacunación contra la COVID-19, de las cuales las principales causas de muerte incluyen muerte cardíaca súbita (35%), embolia pulmonar (12,5%), infarto de miocardio (12%), VITT (7,9%), miocarditis (7,1%), síndrome inflamatorio multisistémico (4,6%) y hemorragia cerebral (3,8%).
Conclusiones: La coherencia observada entre los casos de esta revisión con los mecanismos conocidos de lesión y muerte de las vacunas contra la COVID-19, junto con la confirmación de la autopsia por parte de un médico, sugiere que existe una alta probabilidad de que exista un vínculo causal entre las vacunas contra la COVID-19 y la muerte. Se requieren más investigaciones urgentes con el fin de aclarar nuestros hallazgos.
Right… the CDC still hasn’t acknowledged any of these deaths:https://t.co/ou3URz7l07 https://t.co/E82Lu6oPMF pic.twitter.com/2lk5YGvknX
— Nicolas Hulscher, MPH (@NicHulscher) November 21, 2024
La directora de los CDC, la Dra. Mandy Cohen, dijo: "Los CDC han sido increíblemente transparentes con la información y los datos y estoy muy orgullosa de esa transparencia. Queremos asegurarnos de que la gente se sienta segura sobre la eficacia y la seguridad de las vacunas y creo que eso es lo que la gente seguirá viendo".
CDC director dr. Mandy Cohen: "CDC has been incredibly transparent with information and data and I'm really proud of that transparency. We want to make sure folks feel reassured about vaccine effectiveness, about vaccine safety and I think that's what folks are going to continue… pic.twitter.com/ZqlG6T7YzJ
— Camus (@newstart_2024) November 21, 2024
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