Las pandillas venezolanas están intentando reclutar a niños de familias migrantes. Esto es lo que está haciendo el Departamento de Policía de Nueva York para detenerlos.
Y esos son sólo los miembros que la policía ha podido identificar.
"No tenemos huellas dactilares en nuestros archivos ni fotografías de ellos. No tenemos antecedentes penales sobre ellos", dijo Kenny. "Intercambian sus documentos de identidad. No tenemos forma de rastrearlos ni de saber quiénes son cuando entran al país".
Kenny dijo que delincuentes indocumentados de tan sólo 11 años de edad están llevando a cabo robos en tiendas y cometiendo delitos en scooters, como robar joyas, relojes y teléfonos móviles a punta de pistola o de cuchillo. Hubo más de 300 incidentes el año pasado y más de 800 en lo que va de año.
Kenny dijo que también han disparado descaradamente a agentes de policía.
"Cuando hacemos arrestos y podemos acusarlos de cuatro, cinco o seis incidentes, cuando se presentan ante un juez en la ciudad de Nueva York y se revisa su historial de arrestos, no muestran antecedentes penales", dijo Kenny. "Son liberados bajo su propia responsabilidad. No se les ofrece libertad bajo fianza y son liberados nuevamente a la luz pública".
Padres inmigrantes temen que las pandillas persigan a sus hijos
Algunas madres inmigrantes dijeron a CBS News New York que temen que sus hijos sean forzados a entrar al mundo del crimen.
"La gente nos ha advertido que tengamos cuidado con el niño porque están reclutando a niños más pequeños. Me preocupa mucho", dijo Airada Pereira en español.
Pereira y su hijo de 11 años, Dillan Batista, viven en un refugio para inmigrantes de Manhattan. Llegaron de Colombia el año pasado. Cuando no está trabajando como voluntaria en la Iglesia Bautista Metropolitana, dice que está con su hijo, advirtiéndole sobre los peligros de las pandillas.
"Tenemos miedo de que lo recluten y lo obliguen y manipulen para hacer cosas malas. Cosas que lo meterán en problemas", dijo Pereira.
"No quiero ser como ellos"
Power Malu, cofundador de Resources Opportunities Connections and Community, está tratando de mantener a los niños migrantes fuera de las calles mediante la creación de programas para jóvenes, incluido un club de fútbol.
"Sé absolutamente que el programa de fútbol es importante para que los niños puedan involucrarse en algo en lo que se sientan parte, y se diviertan como niños, puedan apoyarse mutuamente, construir una comunidad y mantenerse alejados de las calles, y no tengan que involucrarse en la violencia y en la actividad de las pandillas", dijo Malu.
Más de 60 niños de entre 5 y 14 años se han inscrito hasta ahora, incluido Batista.
"Es divertido porque podemos comer pizza y tengo muchos amigos y jugamos", dijo.
Dijo que no quiere ser parte de la vida de las pandillas.
"No quiero ser como ellos. No quiero ser malo. Quiero ser bueno, ayudando a la gente", dijo Batista.
Malu dice que se necesitan más recursos y espacios para ayudar a los casi 22.000 niños migrantes en los refugios de la ciudad. Representan el 38% de la población migrante que actualmente se encuentra en el sistema.
"Los neoyorquinos más nuevos vienen aquí y no hay programas para ellos, así que buscan hacer algo. Buscan algo que hacer. Así que son blancos fáciles", dijo Malu.
No son sólo los niños los que están en la mira
El Departamento de Policía de Nueva York está trabajando con sus socios federales para frenar el crecimiento de la violencia de pandillas que surge en algunos refugios para migrantes y que no se extienda a las calles de la ciudad y, en algunos casos, dicen los detectives, incluso entre las familias migrantes que también se están convirtiendo en blancos.
"Lo que también estamos viendo es que la mayoría de la comunidad migrante, a veces ellos mismos, son víctimas de delitos. Son presa de estas pandillas y a veces hay reticencia a denunciarlo porque sienten que eso podría hacer que los deporten o que podrían meterse en problemas con la policía", dijo Kenny.
La policía dice que también está viendo a pandilleros venezolanos reclutar a otros inmigrantes que están aquí de otros países. Dicen que es importante saber que solo una pequeña parte de la comunidad migrante está cometiendo la mayoría de los delitos.
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