Mel Gibson relata sus encuentros con un maestro de Qigong de Shanghái que podía afectar físicamente a las personas con energía puntual desde la distancia, y describe un caso en el que el maestro lo hizo levantarse del suelo mientras trabajaba en su hígado.
Este maestro, que también era médico alopático, combinó el conocimiento médico tradicional con el Qigong, impresionando a Gibson con su capacidad para diagnosticar y curar al verlo "todo".
Gibson, inicialmente escéptico e incluso cuestionando si las prácticas eran demoníacas, fue tranquilizado por un sacerdote jesuita que afirmó que el poder curativo era aceptable si funcionaba.
Mel Gibson: The Qigong Master's Touch - A Journey into the Mystical and Medicinal
— Camus (@newstart_2024) February 11, 2025
Mel Gibson recounts his encounters with a Qigong master from Shanghai who could physically affect people with pointed energy from a distance, describing an instance where the master made him rise… pic.twitter.com/LvbDN8f8t3
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