El rastreo del origen de la COVID-19 es un problema científico grave. Es “extremadamente improbable” que la pandemia haya sido causada por una fuga de laboratorio: esta es la conclusión autorizada a la que llegaron los expertos de la misión conjunta OMS-China tras sus visitas de campo al laboratorio de Wuhan y la comunicación en profundidad con los investigadores. Es una conclusión basada en la ciencia, que es ampliamente reconocida por la comunidad internacional y la comunidad científica.
Cada vez hay más pistas en la comunidad científica internacional que apuntan a posibles orígenes de la COVID en varias partes del mundo, y se necesita una perspectiva global para llevar a cabo el trabajo de rastreo de los orígenes en múltiples países y regiones, en particular en Estados Unidos. Estados Unidos debe dejar de inmediato de arrojar barro sobre China y convertirla en chivo expiatorio.
The origins-tracing of COVID-19 is a serious science issue. It is “extremely unlikely” that the pandemic was caused by a lab leak—this is the authoritative conclusion reached by the experts of the WHO-China joint mission following their field trips to the lab in Wuhan and…
— Lin Jian 林剑 (@SpoxCHN_LinJian) March 4, 2025
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