Los documentos de la Fuerza Aérea muestran aviones que se dispersan sobre lugares como cerca de Langley AFB, VA. Mapean áreas que se deben evitar, como nidos de águilas calvas, pero no zonas residenciales.
Ybarra destacó la tecnología involucrada: Battelle, un contratista de defensa, desarrolló sistemas de rociado avanzados (según sus patentes). Estas boquillas pueden dispersar finas nieblas de pesticidas, antibióticos, incluso vacunas o fragmentos de ADN.
https://www.biospace.com/battelle-introduces-next-generation-smart-technology-for-biodefense-and-hazard-avoidance
Utilizada en aviones, drones, tal vez helicópteros, la pulverización deja nubes visibles, no siempre líneas de "estelas químicas", pero perceptibles. ¿Riesgos para la salud? Los estudios vinculan los organofosforados con el cáncer, el daño neurológico y más. Sin embargo, se fumiga donde vive la gente. ¿Es este remedio peor que la enfermedad? Ybarra pregunta por qué se priorizan los nidos de águilas sobre la salud humana. Las patentes plantean preguntas más importantes sobre los impactos a largo plazo. ¿Alguien cerca de las bases militares ha visto esto? Debatámoslo.
‼️Chemtrails: ¿Conspiración? ¿O quizás más?Attorney Catherine Ybarra recently presented shocking findings on military planes spraying chemicals—not just high-altitude stratosphere ops, but low-level flights over populated areas. Her team uncovered that the U.S. Air Force uses specialized units, like those with C-130… pic.twitter.com/b9KVN90KrM
— Camus (@newstart_2024) March 8, 2025
La
abogada Catherine Ybarra presentó recientemente hallazgos impactantes
sobre aviones militares que rociaron productos químicos, no sólo a
grandes altitudes en la estratosfera, sino también a bajas altitudes
sobre áreas pobladas.
Su equipo descubrió que la Fuerza Aérea de
Estados Unidos utiliza fuerzas especiales como aviones C-130 para rociar
productos químicos como el naled (un organofosforado prohibido en la
UE) para controlar los mosquitos.
Documentos de la Fuerza Aérea
muestran aviones rociando con insecticidas lugares como la Base de la
Fuerza Aérea Langley, Virginia. Mapean áreas que se deben evitar, como
nidos de águilas calvas, pero no áreas residenciales.
Ybarra destacó
la tecnología utilizada: Battelle, un contratista de defensa, ha
desarrollado sistemas de pulverización avanzados (según sus patentes).
Estas boquillas pueden dispersar finas nieblas de pesticidas,
antibióticos, incluso vacunas o fragmentos de ADN.
Cuando se utiliza
en aviones, drones y quizás helicópteros, la pulverización deja nubes
visibles, no siempre líneas de “estelas químicas”, pero sí perceptibles.
¿Riesgos para la salud? Estudios vinculan los organofosforados con el
cáncer, daños neurológicos y más. Sin embargo, se rocían donde vive la
gente. ¿Es el remedio peor que la enfermedad?
Ybarra pregunta por qué
los nidos de águilas tienen prioridad sobre la salud humana. Las
patentes plantean preguntas más amplias sobre su impacto a largo plazo.
¿Alguien ha visto esto cerca de bases militares? Vamos a discutir esto.
‼️Chemtrails: Verschwörung? Oder doch mehr?
— Eva Herman (@EvaHermanEx_ARD) March 8, 2025
Die Anwältin Catherine Ybarra präsentierte kürzlich schockierende Ergebnisse über Militärflugzeuge, die Chemikalien versprühen – nicht nur in großer Höhe in der Stratosphäre, sondern auch in geringer Höhe über bewohnten Gebieten.
Ihr… https://t.co/PXwe0YjzIe
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