viernes, 28 de marzo de 2025

¿Son las vacunas contra la COVID-19 armas neurotecnológicas nanotecnológicas? Karen Kingston se pronuncia"

 "Desvelado: ¿Son las vacunas contra la COVID-19 armas neurotecnológicas nanotecnológicas? Karen Kingston se pronuncia"
Karen Kingston, analista de biotecnología, expone evidencia alarmante en documentos simples pero contundentes:
las inyecciones de ARNm contra la COVID-19 de Moderna y Pfizer no son solo productos biológicos, sino nanotecnologías biosintéticas avanzadas.

https://karenkingston.net/

El resumen de la patente global de Moderna afirma que estas "vacunas" contienen terapias y diagnósticos; este último es un dispositivo, no un producto biológico. Kingston argumenta que esto es una señal de alerta, ya que indica que se inyectó a las personas dispositivos médicos no revelados.

Otra prueba es el contrato de la Operación Warp Speed ​​de Pfizer. Kingston elogia su redacción de la era Trump, que despojó a Pfizer de cierta inmunidad bajo la Ley PREP, incluyendo siete páginas sobre buenas prácticas de fabricación (BPF). Dos párrafos abordan específicamente las BPF para dispositivos médicos: ¿por qué incluir esto a menos que se estuvieran fabricando dispositivos? El contrato separa los productos biológicos de los dispositivos, lo que sugiere una combinación de medicamento y dispositivo, una laguna legal que la FDA permite clasificar como "fármaco" sin divulgación pública.

❗❗El documento de Diseño de Fármacos Biológicos Estructurales (SBD) de Pfizer, conocido como la "receta" de la vacuna, revela más. Kingston señala que la denominada "proteína de la espiga" no es una proteína, sino siete variaciones, fusionadas con una capa de óxido de grafeno de oro mediante las herramientas de IA Coote y Relion para formar una estructura trimérica: una tecnología claramente no biológica.❗❗

Las patentes añaden un factor escalofriante: las nanopartículas lipídicas (LNP) y las proteínas de la espiga cruzan la barrera hematoencefálica en menos de 30 minutos, afectando al sistema nervioso. Los datos de Pfizer de junio de 2022 lo confirman, con más de 700.000 eventos adversos graves, un tercio de ellos neurológicos.

¿El principal síntoma de la COVID persistente? Problemas neurológicos. Kingston advierte que estos podrían ser patógenos biosintéticos aerosolizados (armas neurológicas), potencialmente presentes en los alimentos o el aire, lo que coincide con la visión de Klaus Schwab de transformar la humanidad.

¿Lo más aterrador? El hackeo neurológico mediante nanotecnología de IA, que amenaza lo que significa ser humano. ¿Nos enfrentamos a una toma de control silenciosa?

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