Robert F. Kennedy Jr. argumenta que la supervisión de la seguridad de las vacunas en EE. UU. presenta graves deficiencias. Señala que, si bien la FDA exige estudios rigurosos, de varios años y doble ciego con placebo para medicamentos como Lipitor (4,8 años) y Enbrel (6,6 años), las vacunas —clasificadas como biológicas— se agilizan con pruebas mínimas.
Por ejemplo, las dos vacunas contra la hepatitis B aprobadas para recién nacidos se sometieron a revisiones de seguridad de tan solo 4 y 5 días, sin un grupo placebo real.
De igual manera, la vacuna contra la polio para bebés de dos meses se revisó durante 48 horas y se probó contra la vacuna DTP, con alto riesgo de lesiones, no contra un placebo inerte. Kennedy califica este enfoque de "placebo enriquecido" de poco científico.
Critica además la vigilancia posterior a la autorización de comercialización, citando el sistema VAERS, que reportó 59.117 lesiones por vacunas el año pasado. El HHS estima que esto refleja menos del 1 % de los eventos adversos reales, lo que sugiere que casi 6 millones de estadounidenses podrían sufrir lesiones anualmente. Un estudio del HHS de 2010 que automatizó el VAERS para una HMO reveló que 1 de cada 10 personas vacunadas (35 000 de 376 452) presentó reacciones adversas, muy lejos de la afirmación de "1 en un millón". Sin embargo, el HHS lo suspendió, ignorando los hallazgos.
Kennedy destaca el Instituto de Medicina (IOM), que repetidamente encontró datos insuficientes para evaluar la seguridad de las vacunas. En 1991, el IOM relacionó 6 de las 22 lesiones reportadas por DTP con la vacuna, pero carecía de estudios para otras 12, incluyendo meningitis y autismo. En 1994 y 2011, las revisiones del IOM de múltiples vacunas mostraron deficiencias similares; por ejemplo, 34 de 55 afecciones no se habían estudiado.
En cuanto al autismo, el IOM no pudo confirmar ni negar un vínculo con la DTP debido a la evidencia insuficiente; sin embargo, los CDC afirman que "las vacunas no causan autismo", tergiversando el informe del IOM de 2011. Kennedy dice que esto es un fracaso deliberado de las agencias del HHS (FDA, CDC, NIH y HRSA) para garantizar la seguridad de las vacunas.
Robert F. Kennedy Jr. argues that vaccine safety oversight in the U.S. is deeply flawed. He points out that while the FDA requires rigorous, years-long, double-blind placebo studies for drugs like Lipitor (4.8 years) and Enbrel (6.6 years), vaccines—classified as biologics—are… pic.twitter.com/HnhwvMiyKW
— Camus (@newstart_2024) April 3, 2025
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