viernes, 10 de octubre de 2025

Alemania persigue a cualquiera que se atreva a criticar a funcionarios en internet. El Reino Unido encarcela a miles de personas por sus tuits. Francia investiga penalmente a líderes tecnológicos que defienden la libertad y la privacidad.

 🚨 ÚLTIMA HORA — El dueño de Telegram, Pavel Durov, acaba de publicar un mensaje bastante preocupante.

Cumplo 41 años, pero no tengo ganas de celebrarlo.

A nuestra generación se le está acabando el tiempo para salvar el internet libre que nos construyeron nuestros padres.

Lo que una vez fue la promesa del libre intercambio de información se está convirtiendo en la herramienta definitiva de control.

Países que antes eran libres están introduciendo medidas distópicas como identificaciones digitales (Reino Unido), comprobaciones de edad en línea (Australia) y escaneo masivo de mensajes privados (UE).

Alemania persigue a cualquiera que se atreva a criticar a funcionarios en internet. El Reino Unido encarcela a miles de personas por sus tuits. Francia investiga penalmente a líderes tecnológicos que defienden la libertad y la privacidad.

Un mundo oscuro y distópico se acerca rápidamente, mientras dormimos. Nuestra generación corre el riesgo de pasar a la historia como la última que tuvo libertades y permitió que se las arrebataran.

Nos han alimentado con una mentira.

Nos han hecho creer que la mayor lucha de nuestra generación es destruir todo lo que nos legaron nuestros antepasados: tradición, privacidad, soberanía, el libre mercado y la libertad de expresión.


Al traicionar el legado de nuestros antepasados, nos hemos encaminado hacia la autodestrucción: moral, intelectual, económica y, en última instancia, biológica.

Así que no, no voy a celebrar hoy. Se me acaba el tiempo. Se nos acaba el tiempo.

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