Los médicos alertan sobre el aumento masivo de estadounidenses que mueren repentinamente por ataques cardíacos inexplicables.
https://www.dailymail.co.uk/health/article-14765175/doctors-spike-americans-dead-heart-attack.html
Los estadounidenses están muriendo de infartos en casa a un ritmo alarmante, advierten los médicos.
Investigadores del Mass General Brigham, un hospital afiliado a Harvard, descubrieron que las muertes por causas cardíacas aumentaron hasta un 17 % en los años posteriores a la pandemia de COVID-19.
Y aunque se desconoce la cifra exacta, en muchos de estos casos los infartos se han producido en casa, a pesar de la disminución de las muertes en los hospitales.
Esto sugiere que se está pasando por alto a algunos pacientes, hasta que es demasiado tarde.
El Dr. Jason H. Wasfy, autor del estudio y director de Investigación de Resultados del Hospital General de Massachusetts, afirmó: «Muchos informes han demostrado que ha habido menos infartos en los hospitales desde 2020, pero parece que falta algo en esos datos.
Ahora demostramos que, si se tienen en cuenta las muertes en casa, las muertes por causas cardíacas están aumentando y se han mantenido así durante años. Hoy en día, hay muchas más personas que mueren por causas cardíacas en casa, lo que también plantea la preocupación de que las personas con enfermedades cardíacas no hayan recibido la atención que necesitan desde la pandemia».
Se ha demostrado que el virus de la COVID-19, que se cree que ha infectado a más de 100 millones de estadounidenses, causa daños al corazón y a los vasos sanguíneos, lo cual podría ser un factor.
Sin embargo, los médicos afirman que deben intervenir otros factores, que aún se están comprendiendo, como la dieta y el estilo de vida.
Por ejemplo, un estudio realizado esta semana reveló que fumar marihuana o consumir comestibles puede aumentar el riesgo.
El gráfico anterior muestra las muertes estimadas por causas cardíacas en los residentes de Massachusetts en comparación con la tasa real. Los investigadores indicaron que muchas de estas muertes ocurrieron en el hogar.
Aunque aún no se han publicado los resultados completos, los expertos creen que la pandemia también podría estar relacionada con un aumento misterioso de ataques cardíacos entre los jóvenes estadounidenses.https://www.dailymail.co.uk/health/article-13920613/Alarming-rise-super-fit-slim-young-people-suffering-heart-attacks-experts-reveal-theories-surge.html
El estudio, publicado el viernes en JAMA Network Open, analizó 127.746 certificados de defunción de personas fallecidas en Massachusetts entre enero de 2014 y julio de 2024.https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen/fullarticle/2834659
La edad promedio era de 77 años y aproximadamente el 52 % eran hombres.
Los investigadores realizaron estimaciones de población basándose en datos del Censo de EE. UU. de 2014 a 2023.
Utilizando datos de certificados de defunción y del censo, el equipo estableció una tasa de mortalidad cardíaca esperada para el período de 2020 a 2023.
Encontraron que las muertes cardíacas fueron un 16 % más altas de lo esperado en 2020, un 17 % más altas en 2021 y 2022, y un 6 % más altas en 2023.
La cantidad mensual de muertes cardíacas en el hogar también superó los niveles esperados entre 2020 y 2022, y en hospitales entre 2020 y 2023.
Sin embargo, citaron datos adicionales que muestran que las hospitalizaciones por infarto disminuyeron entre un 20 % y un 34 % tras el inicio de la pandemia. Esto sugiere que muchas de estas muertes adicionales ocurrieron en el hogar.
Los investigadores escribieron: «En este estudio de cohorte poblacional de fallecidos en Massachusetts, observamos un aumento sustancial de las muertes cardíacas a partir de 2020, con patrones estacionales exagerados y un aumento de las muertes en el hogar.
Si bien muchos otros estudios han encontrado menos ingresos por emergencias cardíacas en países de todo el mundo, es posible que estos estudios hayan pasado por alto eventos que ocurrieron fuera de los hospitales».
Los investigadores sugirieron que este aumento podría deberse a que más personas evitaron los hospitales durante la pandemia o fueron dadas de alta por los médicos.
Una investigación de los CDC de 2020, por ejemplo, reveló que el 40 % de los estadounidenses pospuso o evitó buscar atención médica al comienzo de la pandemia, y el 12 % evitó acudir a las salas de urgencias.
Sin embargo, investigaciones recientes también muestran que el propio virus de la COVID-19 puede causar problemas cardíacos a largo plazo, lo que aumenta el riesgo de muerte por causas cardíacas.
La COVID-19 se ha relacionado con la miocarditis (inflamación del músculo cardíaco) y la pericarditis (inflamación del revestimiento en forma de saco que rodea el corazón).
Se cree que la COVID-19 provoca que el sistema inmunitario se autoataque y cause inflamación del miocardio, el músculo cardíaco.
Este mismo mecanismo se ha relacionado con la pericarditis.
Si bien la mayoría de los casos son leves, en raras ocasiones, la miocarditis puede dañar el corazón y dificultar su bombeo de sangre, lo que eventualmente provoca insuficiencia cardíaca, infarto de miocardio y accidente cerebrovascular.
En casos tan raros como uno entre 200.000, el ARNm de las vacunas contra la COVID-19 puede desencadenar una respuesta inmunitaria similar y causar miocarditis o pericarditis.
La inflamación inducida por la COVID-19 también altera las señales eléctricas del corazón, lo que provoca latidos cardíacos irregulares llamados arritmias.
Una investigación publicada esta semana también señaló que fumar marihuana o consumir comestibles al menos tres veces por semana es una posible causa de infartos.
Ese equipo descubrió que las células endoteliales, que recubren los vasos sanguíneos y regulan el flujo sanguíneo, liberaban menos óxido nítrico en las personas que fumaban marihuana o consumían comestibles regularmente.
El óxido nítrico ayuda a los vasos sanguíneos a dilatarse y a transportar oxígeno vital a todo el cuerpo.
Esta función deteriorada afecta la capacidad de los vasos sanguíneos para dilatarse, aumentando el riesgo de aterosclerosis, infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
El Dr. John Hsu, autor principal del nuevo estudio y director del Programa de Economía Clínica y Análisis de Políticas del Hospital General de Massachusetts (Mass General Hospital), afirmó: «Los sistemas de salud de todo el mundo han experimentado múltiples impactos desde 2020. Nuestros hallazgos sugieren que tanto las decisiones de los pacientes sobre la búsqueda de atención médica como los resultados tras sufrir una emergencia cardíaca también han cambiado.
«Si no hubiéramos examinado la mortalidad utilizando los datos de los certificados de defunción, el aumento de la mortalidad cardíaca en la población podría haber pasado desapercibido».
El estudio presentó varias limitaciones, incluida la falta de datos sobre las causas de muerte cardíaca. No se sabe cuándo se publicarán los resultados completos.
El estudio fue financiado parcialmente por los Institutos Nacionales de la Salud.
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