lunes, 14 de julio de 2025

Países Bajos raciona la electricidad mientras el país lucha por adaptarse al abandono del gas como parte de sus políticas verdes. Un experto advierte que Gran Bretaña también está en apuros.

 Países Bajos raciona la electricidad mientras el país lucha por adaptarse al abandono del gas como parte de sus políticas verdes. Un experto advierte que Gran Bretaña también está en apuros.

Netherlands RATIONS electricity as country struggles to cope with turning away from gas as part of green policies - as expert warns Britain is also 'in trouble' | Daily Mail Online

 

Países Bajos está racionando la electricidad mientras su sobrecargada red eléctrica se desploma bajo la presión de la rápida electrificación y los ambiciosos objetivos climáticos.

Más de 11.900 empresas están haciendo cola para acceder a la red, junto con edificios públicos como hospitales, escuelas y parques de bomberos.

Miles de nuevas viviendas también esperan ser conectadas, y en algunas zonas se advierte que podrían tener que esperar hasta la década de 2030.

La crisis ha surgido mientras el país se esfuerza por reducir las emisiones de carbono.

Y ahora los expertos advierten que Gran Bretaña, así como Bélgica y Alemania, están en apuros.


Los países deberían interpretar lo que está sucediendo en Países Bajos como una advertencia, afirma Zsuzsanna Pató, del grupo de expertos en energía RAP, con sede en Bruselas.

Tras detener la producción en el enorme yacimiento de gas de Groningen el año pasado, el gobierno neerlandés ha impulsado una rápida transición a la calefacción eléctrica, la energía solar y el almacenamiento en baterías.


Sin embargo, la red eléctrica nacional no ha logrado mantener el ritmo, lo que ha generado cuellos de botella generalizados y ha incrementado los costes.

Las autoridades estiman que se necesitarán 200 000 millones de euros para 2040 para ampliar la capacidad de la red. Los precios de la electricidad ya se encuentran entre los más altos de Europa Occidental, y los hogares neerlandeses se enfrentan a aumentos anuales de tarifas de hasta un 4,7 % durante al menos la próxima década.

Para aliviar la demanda, los operadores ofrecen contratos más económicos para el consumo fuera de las horas punta y advierten a las principales industrias que podrían necesitar desconectarse por completo durante varias horas al día.

Una campaña publicitaria nacional insta a la ciudadanía a evitar cargar bicicletas y coches eléctricos entre las 16:00 y las 21:00, cuando la red eléctrica sufre la mayor carga.

Los Países Bajos han sido uno de los países europeos más agresivos en la adopción de políticas verdes, con el objetivo de reducir las emisiones a la mitad para 2030.

La escasez ha alarmado a los líderes locales, quienes afirman que las empresas ya están cancelando sus planes de inversión.

En Brainport, la región sureña de alta tecnología, sede del gigante de semiconductores ASML, el alcalde Jeroen Dijsselbloem afirma que no se incorporará nueva capacidad de red antes de 2027.

Añadió: «Todo se está volviendo eléctrico y la infraestructura eléctrica necesita un crecimiento masivo. Necesitamos más de 100 subestaciones medianas y 4.000 pequeñas».

 Aunque Países Bajos es uno de los países más afectados, España ya ha sufrido importantes apagones a principios de este año, después de que su propia red se viera sometida a presión durante los picos de demanda.

Miles de personas y numerosas organizaciones se vieron paralizadas poco después del mediodía del 28 de abril, cuando el país quedó desconectado de la red eléctrica europea durante horas.

El propio Reino Unido se enfrentó al racionamiento eléctrico en la década de 1970 durante las huelgas de los mineros del carbón, cuando se cortaron las luces y las empresas se vieron obligadas a trabajar tres días a la semana.

Durante más de dos meses, muchos hogares se vieron obligados a encender velas y buscar alternativas de electricidad.

En Países Bajos, algunas empresas están intentando resolver el problema por sí mismas.

La empresa médica estadounidense Thermo Fisher, con una amplia sede cerca de Eindhoven, está invirtiendo en almacenamiento de energía en baterías y energía solar en tejados para evitar retrasos.

Otras empresas están trabajando con las autoridades locales para construir "centros energéticos" compartidos que permitan a las empresas compartir el acceso a la red.

Sin embargo, los operadores de la red eléctrica afirman que también enfrentan una escasez de 28.000 técnicos capacitados, lo que ralentiza los esfuerzos para instalar la infraestructura necesaria.

Por ahora, las autoridades buscan maneras de optimizar la red eléctrica sin correr el riesgo de apagones.

A pesar del alarmante informe, funcionarios familiarizados con la situación han intentado minimizar sus efectos, y uno de ellos afirmó: «No es tan grave como en ningún otro lugar».

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