👉Financiamiento de un movimiento social: la Fundación Ford y los derechos civiles, 1965-1970
En
la década de 1950, Ford, al igual que sus pares la Fundación
Rockefeller y Carnegie Corporation, invirtió enormes cantidades de
dólares en instituciones educativas. Es famoso que un impulso de
diciembre de 1955 para liquidar los activos accionarios de Ford y apoyar
la educación superior privada estadounidense llegó a ser conocido como
“El fin de semana de los 500 millones de dólares”. Se construyeron
nuevos centros académicos. Se crearon cátedras presididas. La
filantropía impactante a menudo significaba construir o modernizar un
campo.
De hecho, algunas de estas organizaciones técnicamente ya eran beneficiarias de Ford: la bien establecida Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color (NAACP) había recibido una pequeña cantidad de financiación directa de Ford a partir de 1952, y el Consejo Regional Sur en 1953.
Cuando
Edley realizó su estudio de campo, grupos de derechos civiles más
orientados a la acción aparecían en los titulares, en particular el
Consejo de Liderazgo Cristiano del Sur (SCLC) del reverendo Martin
Luther King, Jr., el Congreso de Igualdad Racial (CORE) y el Congreso de
Igualdad Racial (CORE). Comité Coordinador Estudiantil No Violento
(SNCC).
El 20 de septiembre, la administradora de USAID, Samantha Power, en asociación con la Fundación Ford y la Fundación Rockefeller, será la anfitriona de “Democracy Delivers” al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York.
Nueva York (8 de diciembre de 2022) –
La Fundación Ford, la Fundación Avina, Humanity United y Open Society
Foundations anunciaron hoy que se han unido a la iniciativa Asociación
Multilateral para la Organización, el Empoderamiento de los Trabajadores
y los Derechos (M-POWER) de la Administración Biden-Harris, un esfuerzo
histórico para catalizar y alinear a los gobiernos, la filantropía, las
organizaciones de trabajadores y la sociedad civil para fortalecer la
libertad de asociación y la negociación colectiva en todo el mundo, para
priorizar los derechos de los trabajadores como núcleo de la
democracia. El gobierno de Estados Unidos ha comprometido
aproximadamente $130 millones para M-POWER, el compromiso más grande que
jamás haya hecho para promover los derechos de los trabajadores a nivel
mundial. Los gobiernos de Argentina, Canadá, Alemania, Sudáfrica y
España se han unido a los Estados Unidos en esta iniciativa para
promover los derechos de los trabajadores en todo el mundo.
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