Mesa Redonda sobre Detección de Bioterrorismo
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC344564/
Durante el Simposio Anual AMIA de 2001, el Grupo de Trabajo de Anestesia, Cuidados Críticos y Medicina de Emergencia organizó la Mesa Redonda sobre Detección de Bioterrorismo. Sesenta y cuatro personas asistieron a la mesa redonda, durante la cual varios investigadores discutieron los sistemas de vigilancia de la salud pública diseñados para mejorar la detección temprana de eventos de bioterrorismo. Estos sistemas hacen un uso secundario de los datos clínicos, de laboratorio, paramédicos y farmacéuticos existentes o facilitan la notificación electrónica de casos por parte de los médicos. Este artículo combina informes de casos de seis sistemas existentes con una discusión de algunas técnicas y enfoques comunes. El propósito de la mesa redonda fue fomentar la comunicación entre investigadores y promover el progreso al 1) compartir información sobre sistemas, incluidos orígenes, capacidades actuales, etapas de implementación y arquitecturas; 2) compartir lecciones aprendidas durante el desarrollo e implementación de sistemas; y 3) explorar proyectos de cooperación, incluido el intercambio de software y datos. Puede encontrar un servidor de lista de correo para estos esfuerzos en curso en http://bt.cirg.washington.edu.
El bioterrorismo se ha convertido rápidamente en una parte nueva y aterradora de la vida en Estados Unidos. Una multitud de agentes potenciales, con diversos grados de virulencia y una confusa variedad de síntomas inespecíficos, son ahora palabras comunes. El campo de la informática médica y de salud pública se ha preocupado durante mucho tiempo por desarrollar métodos para representar, almacenar y analizar datos que describan las complejidades de la salud individual y poblacional.1 Ahora, herramientas informáticas como la representación del conocimiento, los vocabularios controlados y las bases de datos heterogéneas La seguridad y la confidencialidad, el apoyo a las decisiones clínicas, la extracción de datos y la visualización de datos se están aplicando con nueva urgencia a la tarea de detección temprana de brotes intencionales de enfermedades.
En noviembre de 2001, como parte de las actividades del Grupo de Trabajo de Anestesia, Cuidados Críticos y Medicina de Emergencia, investigadores de varios grupos de investigación participaron en la “Mesa Redonda sobre Detección de Bioterrorismo” en el Simposio Anual de la AMIA. La sesión se subtituló “Vigilancia centinela basada en sistemas de información”. Estos investigadores, y otros, están desarrollando sistemas de vigilancia de la salud pública que hacen un uso secundario de los datos recopilados durante el flujo de trabajo clínico normal o que facilitan la notificación electrónica de casos por parte de los médicos. Estas estrategias de vigilancia tienen como objetivo mejorar la detección temprana de cambios en la salud de la comunidad. Este artículo combina breves informes de casos de varios sistemas existentes con una discusión de algunas técnicas y enfoques comúnmente empleados.
En el Simposio se presentaron varios carteles y artículos relacionados con el bioterrorismo.2–7 Actualmente se están implementando un puñado de sistemas, todos en desarrollo activo. La utilidad de estos sistemas para detectar eventos de bioterrorismo no está probada y se espera que nunca sea necesario probar directamente todas sus capacidades. Sin embargo, el valor de monitorear y agregar indicadores de enfermedades en una población es claro, aunque intuitivo, y dicha vigilancia tiene un fuerte precedente en la práctica de la salud pública.8–10
Existen estrategias para medir indirectamente el desempeño de estos sistemas y mejorar su precisión y puntualidad diagnóstica, incluso en ausencia de casos de bioterrorismo. Estas estrategias incluyen medir la precisión de la detección de componentes de las definiciones de casos, a diferencia de la detección de brotes. Otras estrategias implican la detección de enfermedades sustitutas, como la influenza, cuyos síntomas son similares a los síntomas iniciales del ántrax por inhalación. Espino et al.4 mostraron una sensibilidad del 44 por ciento y una especificidad del 97 por ciento en la detección de casos de enfermedad respiratoria aguda, un síntoma pródromo común de muchas enfermedades transmitidas por agentes bioaerosoles. Un estudio complementario3 demostró que el análisis de series temporales de estos casos en una población podría detectar un brote de gripe. McClung et al.11 encontraron una sensibilidad y especificidad relativamente similares (37 y 97 por ciento, respectivamente) en un sistema que detecta visitas por asma, basándose en el síntoma principal al presentarse en una sala de emergencias.
Varias agencias federales y de otro tipo han financiado el trabajo en estos sistemas de vigilancia. Estos incluyen los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), a través de subvenciones estatales de preparación contra el bioterrorismo, el programa Health Alert Network y acuerdos cooperativos; la Agencia para la Investigación y la Calidad de la Atención Médica (AHRQ); la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA); la Biblioteca Nacional de Medicina (NLM), tanto directamente a través de subvenciones como indirectamente a través del apoyo de becas de la NLM en informática y sitios de sistemas integrados de gestión de información avanzada; y por agencias de salud pública estatales y locales que utilizan fondos de los CDC y otros fondos.
Para leer el trabajo completo pincha aquí (esta en inglés) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC344564/
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